sábado, mayo 23, 2009

GRUPO 160 - POR QUE LOS PARAS BUSCAN A PIEDAD

(Elaborar un análisis de este documento a la luz de la gerencia pública, para entregar en mayo 30, 2 hojas) (fuente revista SEMANA)


¿Pór qué los 'paras' extraditados buscan a Piedad?

Salvatore Mancuso y Piedad Córdoba.JUSTICIA Y PAZLa senadora liberal atendió un llamado de Salvatore Mancuso que le pidió su mediación para seguir declarando dentro del proceso que se les sigue en Colombia en Justicia y Paz.
Durante toda la mañana de este viernes, la senadora liberal Piedad Córdoba se reunió en una cárcel de Washington con el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, extraditado el 13 de mayo de 2008, y quien ha reclamado garantías para seguir declarando en Justicia y Paz y seguridad para su familia que todavía permanece en Colombia.
En el encuentro, en el que también estuvo su el senador de Cambio Radical Rodrigo Lara (ambos miembros de una comisión de paz avalada por el Congreso de Colombia), Mancuso se comprometió -una vez más- a revelar nombres de los políticos que tuvieron nexos con grupos paramilitares comandados por él. Así lo aseguró Iván Cepeda, miembro de Colombianos por la paz, quien también se encuentra en la capital estadounidense para tratar varios temas con políticos de ese país, que tienen que ver con el conflicto en Colombia. En compañía de él también está Eduardo Carreño, del Colectivo de Abogados, y Danilo Rueda, de la Comisión Intereclesial. “Por eso hay que acordar una agenda entre ambas partes (justicia y victimarios) para que esto no siga sucediendo”, dijo la senadora Córdoba al término de su reunión. Sin embargo el margen de maniobra de Piedad Córdoba en los Estados Unidos es escaso, excepto algunas buenas relaciones con algunos senadores del Congreso estadounidense. "No es mucho lo que ella puede hacer frente a los están pidiendo los paras a la justicia norteamericana, que es una rebaja de pena por narcotráfico a cambio de colaboración en Justicia y Paz", dijo a Semana.com una fuente que ha seguido el proceso de los 'paras' en Estados Unidos pero que prefirió no ser identificada.El llamado de los 'paras'Algunos de los paramilitares extraditados buscaron el apoyo de la congresista desde comienzos de este año, luego de que varias de sus gestiones con las Farc comenzaron a dar resultados en Colombia, como por ejemplo la liberaciones de secuestrados en poder de este grupo guerrillero y su actividad en “Colombianos por la paz”, donde hay representación de víctimas de los paramilitares. Dicen, además, que por la facilidad de contactos que tiene la congresista con embajadas, los ‘paras’ estarían buscando su ayuda para mantener seguras a sus familias en otros países. A comienzos de marzo, Mancuso le envió una carta a la senadora Córdoba en la que le dice que está buscando los mecanismos para entregar los bienes en el proceso de reparación a las víctimas. Dice que desde su extradición se ha obstaculizado este proceso y que ha tenido numerosas dificultades para seguir revelando detalles sobre su paso por las AUC. "No es solo que ellos manden la carta. Toca seguir un proceso y para ello vamos a estar dos semanas en Estados Unidos y si alcanzamos (a hablar con ellos) bien y sino volvemos", dijo la senadora antes de partir a Estados Unidos. La carta de Mancuso, dada a conocer el 15 de marzo, dice: “la situación que se suscitó a partir de nuestra extradición ha generado un estado de indefensión, tanto para las víctimas como para nosotros los postulados, que además de vernos impedidos para continuar los trámites judiciales de la Ley de Justicia y Paz con la misma dinámica que se venían adelantando cuando estábamos recluidos en cárceles colombianas y sin poder hacer mucho al respecto, observamos con preocupación e impotencia cómo nuestras familias son amenazadas, e incluso objeto de atentados, por parte de sectores que no quieren que sigamos contando la verdad”
carta completa (ver abajo).

El también extraditado Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, buscó el pasado 13 de abril una cita con la congresista para hablar del mismo tema en Nueva York, donde actualmente se encuentra recluido. Con quien al parecer no se reunirá es con Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, preso en Washington, quien también pidió una cita con ella. Aparte de la reunión con los extraditados, la senadora Córdoba también se reunirá con congresistas demócratas como James McGovern y Bill Delahunt, con quien tratará diversos temas de paz, entre ellos la anunciada liberación del cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por las Farc hace once años, todavía en suspenso ya que el presidente Álvaro Uribe desautorizó la presencia de la congresista durante el operativo.

** CARTA COMPLETA

Washington, D.C., Marzo de 2009
Honorable Senadora PIEDAD CÓRDOBAE. S. D.
Respetada Senadora:
En mi sitio de reclusión he conocido de las gestiones que usted, en compañía de otros Congresistas colombianos ha adelantado en la ciudad de Washington, indagando por el estado del proceso de paz con las extintas Autodefensas Unidas de Colombia y de las preocupaciones que ha expresado por el futuro de este proceso, en particular en lo relacionado con la reparación a las víctimas, que cada vez pareciera más lejana por la extradición de quienes fuimos los máximos comandantes de las AUC y los tropiezos que desde entonces se vienen presentado para la reanudación de las diligencias en el marco de la Ley 975 de 2005. Permítame expresarle Senadora, que comparto su preocupación, que sé que es la de las víctimas de nuestro accionar armado, por el cual he pedido perdón en varias ocasiones; y acepte mi agradecimiento por su preocupación por el futuro del proceso de paz.
Como consta en los expedientes adelantados por las autoridades judiciales de Justicia y Paz y en la memoria histórica del país, fui el primero de los comandantes de las autodefensas en desmovilizar las estructuras armadas bajo mi mando, cuando no se contaba siquiera con un instrumento jurídico que nos garantizara seguridad en las condiciones ofrecidas por el Gobierno Nacional para la desarticulación de nuestro aparato militar. También fui el primero en atender el llamado del señor Presidente de la República a recluirme en el Establecimiento Carcelario de la Ceja (Antioquia), desde donde posteriormente fui trasladado a la Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí, junto con los demás comandantes.
Mi voluntad de renunciar de manera definitiva a las armas y contribuir a la paz de Colombia, expresada desde hace ya casi un lustro, sigue siendo hoy la misma, pese a las dificultades que no solo yo, sino también mi familia, hemos tenido que afrontar desde entonces. Mi decisión inquebrantable de contar toda la verdad, no solo de nuestro accionar militar sino de la infiltración de las estructuras institucionales, políticas, económicas, militares y sociales en las zonas donde tuvimos influencia, ha sido evidente desde el inicio de las versiones libres ante la Unidad de Fiscalía Delegada para la Justicia y la Paz y en mis testimonios ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, así como evidentes han sido los resultados: la iniciación de innumerables procesos judiciales por vínculos de políticos, funcionarios públicos, líderes gremiales y personas representativas de las regiones con los grupos de autodefensa y la apertura de un debate ético sobre estas relaciones que fueron la constante en muchas regiones del país durante más de una década. Desde mi acogimiento a Justicia y Paz, a través de mis abogados, he venido realizando las gestiones pertinentes para entregar al Estado los bienes sobre los cuales ejercía el dominio o posesión, con fines de reparación económica a las víctimas.
Estos actos de verdad y reparación han sufrido grandes tropiezos a raíz de mi extradición. Las dificultades logísticas para la realización de audiencias y diligencias de versión libre desde los Estados Unidos están causando una dilación importante al trámite de los procesos, tanto en el desarrollo de las versiones libres, como en los trámites de entrega de bienes para reparación a las víctimas. Sin embargo, a pesar de las dificultades, mi propósito de cumplir con los compromisos de verdad y reparación a las víctimas sigue incólume.
Senadora: La situación que se suscitó a partir de nuestra extradición, ha generado un estado de indefensión, tanto para las víctimas, como para nosotros los postulados, que además de vernos impedidos para continuar los trámites judiciales de la Ley de Justicia y Paz con la misma dinámica que se venían adelantando cuando estábamos recluidos en cárceles colombianas y sin poder hacer mucho al respecto, observamos con preocupación e impotencia cómo nuestras familias son amenazadas, e incluso objeto de atentados, por parte de sectores que no quieren que sigamos contando la verdad. Entiendo que usted conoce estas dificultades y las ha transmitido a la opinión pública.
Estoy seguro, doctora Piedad, que usted puede jugar un papel importante y hacer un aporte trascendental, como el que ha realizado con éxito en otros escenarios del conflicto armado colombiano, para que el proceso de paz con las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia no se frustre y con ello se sepulten las legítimas expectativas de verdad y reparación de las víctimas y del país en general. Por ello y conocedor de su genuino interés en evitar que esto pase, me permito invitarla a que se reúna conmigo y con los demás excomandantes de las AUC detenidos en cárceles norteamericanas, que, estoy seguro, comparten el mismo interés, con el fin de buscar puntos de encuentro y, de ser posible, acordar propuestas tendientes a evitar el estancamiento y virtual muerte de este proceso.
Agradezco de antemano su atención

SALVATORE MANCUSO GOMEZ

Acerca de mí

Posgrados en Gerencia Institucional, Docencia Universitaria, Alta Gerencia. Asesor y consultor en capaciatcion empresarial