sábado, abril 04, 2009

GRUPO 158 -SUSTITUIR EL SALARIO MINIMO ACTUAL

(Comentar esta entrevista al Director de FEDESARROLLO publicada en el periódico PORTAFOLIO, para entregar el 18 de abril)


Sustituir el actual salario mínimo por uno 'flexible', propone Roberto Steiner, de Fedesarrollo

El director del centro de investigación, en entrevista con YAMID AMAT, también plantea eliminar los llamados aportes parafiscales y reemplazarlos por un aumento en el IVA para enfrentar la crisis.
Fedesarrollo es el máximo y más confiable organismo de estudio de nuestra economía. Existe hace casi 40 años. Steiner, doctor y máster en Economía de Columbia University y economista de Los Andes, ocupa la dirección de Fedesarrollo desde enero de este año, pero ha estado vinculado al organismo desde hace 15 años.
¿Por qué piden revisar parafiscales, es decir, los pagos que las empresas tienen que hacer al Sena, al ICBF y a las cajas de compensación?
Colombia tiene las cargas no salariales, pensiones, salud, vacaciones, cesantías, intereses, bonos obligatorios, parafiscales más altas del continente. Mire: esos costos no salariales representan alrededor del 60 por ciento del salario. O sea, cuando usted le da 100 pesos a su empleado, eso realmente le cuesta 160 pesos al empleador. Hoy en día, el 90 por ciento de los colombianos tiene cobertura en salud. Eso es bueno, pero la forma en que eso se financia es un desastre.
¿Por qué lo cree Fedesarrollo así?
Cuando se hizo la Ley 100 se habló de llegar a una cobertura del 100 por ciento, con el 80 por ciento de la gente en el régimen contributivo y el 20 en régimen subsidiado. Es decir, los trabajadores formales del contributivo financiando a los trabajadores informales del subsidiado. ¿Sabe cuál es el porcentaje hoy en día? Exactamente lo contrario: el 20 por ciento está en régimen contributivo pagando la seguridad social del 80 por ciento, que está en régimen subsidiado. Entonces, yo estoy todos los días ante la siguiente decisión: ¿Qué prefiero ser: formal y pagar, o informal y no pagar? Blanco es, gallina lo pone.
¿Qué porcentaje de los trabajadores son hoy informales en Colombia?
El 60 por ciento, que es exactamente el mismo porcentaje que había en el año 99. Todos los incentivos en este país están dados para que la gente sea informal; es un gran negocio ser informal. ¿Y quién paga eso? En gran parte, los trabajadores formales, que soportan cada día cargas más altas. Aquí es demasiado costoso generar empleo. Hay que cambiar las cargas y financiar el régimen de salud con tributación general.
Nosotros nunca hemos pedido que acaben con el Sena o el ICBF. Lo que hemos dicho es que se financien con tributación general; por ejemplo, subir el IVA, para eliminar todas estas cargas actuales, que lo único que están generando es trabajo en el campo informal.
¿Y cómo se hace para remediar esa fuga de trabajadores formales a informales?
Haciendo menos costosa la contratación de trabajadores en el sector formal. Eso implica unas reformas en los campos laboral, fiscal y de financiación de la salud.
Para generar empleo hay que hacer eso y convertir el salario mínimo en flexible.
¿Flexibilizar el salario mínimo quiere decir bajarlo?
O subirlo. Depende del estado de la economía. Hoy, sería para bajarlo, claro, porque la economía está paralizada.¿Y cómo se lograr un mayor equilibrio social si no es con impuestos?
Hay impuestos que incluyen elementos de solidaridad y de redistribución que se entienden, y uno los apoya. Lo que no se entiende es para qué cobrarle tanto impuesto al trabajo, que lo único que hace es generar informalidad en donde no se paga ningún impuesto. Nos estamos haciendo el haraquiri. Mire: en el impuesto de renta, en vez de cobrarle el 30 por ciento a todo el mundo, se cobra el 80 por ciento, pero sólo a los cinco empresarios más grandes de este país. Esa es una pésima política pública; al otro día todo el mundo va a esconder la platica.
Pero, sobre el salario mínimo, fue la Corte Constitucional la que obligó a indexar el salario atándolo a la inflación...
Es que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Lo que hizo la Corte, en el año 99, fue interpretar una norma en la Constitución que obliga a indexar las pensiones. La Corte dijo: hay que indexar también el salario mínimo.
Esa decisión la tomó justo en el año en que en términos reales el salario mínimo había subido muchísimo, porque el Banco de la República había anunciado una meta de inflación de 15 por ciento.
La economía se contrajo, el salario subió 15 por ciento y la inflación al final sólo fue 8 por ciento. Cuando uno dice que el salario mínimo real en Colombia es muy alto, como lo afirmo el ex ministro Alberto Carrasquilla, uno se expone al ridículo, porque la gente responde que el salario mínimo no alcanza ni para hacer mercado. El tema no es ese. El tema es que el salario mínimo en Colombia es altísimo comparado porcentualmente con el salario medio del país.
Conclusión: ¿hay que adoptar drásticas reformas para enfrentar la crisis?
Si esas reformas eran antes recomendables, ahora, ante la crisis, son necesarias. Colombia tiene un código tributario que es un desastre. Hay que crear un sistema tributario de bases más amplias y con tasas más bajas.
¿Ampliar la base tributaria y reducir la carga?Exactamente. Nosotros tenemos el impuesto de renta más alto de América Latina: el 34 por ciento. Fíjese cómo el Gobierno implícitamente reconoce que es muy alto cuando crea todas esas zonas francas que sólo pagan el 15 por ciento y les da estabilidad tributaria.
Aumentar el IVA
¿Y cuál es su propuesta sobre el IVA?
Colombia tiene 8 tasas de IVA, eso no lo entiende nadie. Habría que crear sólo dos tasas: una muy alta para artículos de lujo, y otra, muy baja, para consumo.
¿Y usted cree que el presidente Uribe en la época electoral a la que entramos se daría 'la pela' de tantas reformas para enfrentar la crisis?
Nuestra función, como tanque de pensamiento, es aconsejar. Opinamos sobre lo que creemos que el país requiere. Hoy, aconsejamos unas reformas. Es el momento oportuno para hacerlo. Uno se reforma cuando las cosas no le están saliendo bien.
¿Y la línea de crédito que creó el Gobierno, a través de Bancoldex, para que la gente pueda financiar la compra de vehículos?
Es una idea bien intencionada, pero somos escépticos de su efecto. En este momento el problema no es que no haya crédito; es que la gente no lo demanda. Y comprar un carro es una decisión importante para cualquier familia colombiana. Por ahí no es la cosa. También el Gobierno utilizó recursos del Fondo de Garantías para aliviarle a la gente la carga de intereses de una deuda hipotecaria.
¿Cree que es ingenuo el Gobierno al hacer eso?
El Gobierno es consciente de que la gente le tiene pánico a endeudarse y creo que el mismo Gobierno es escéptico sobre estas medidas y cree que no van a surtir efecto. El tema ahora se llama desconfianza, preocupación sobre para dónde va esto. Mientras la gente no tenga clara la respuesta, no va a endeudarse.
La crisis en Colombia
"Nuestra crisis es fundamentalmente de origen externo y nos va a golpear mientras se mantenga una situación económica tan adversa en nuestros principales socios comerciales", dice Roberto Steiner.Es decir, ¿no hay causas internas de la crisis?
Coyunturalmente es de origen externo, pero estructuralmente es interno. Hemos debido ahorrar recursos en la época en que el ciclo era favorable, para gastarlos cuando el ciclo no lo es. Y la verdad sea dicha, lo que hizo este Gobierno en época de "vacas gordas" no fue lo adecuado, porque no ahorró.
¿Qué hacer para que la crisis aquí no sea tan profunda como en otras partes?
Un gasto efectivo en infraestructura de parte del Gobierno, tanto el nacional como el territorial. Es que la ejecución de obras públicas en este gobierno ha sido mala.
¿La manera de enfrentar la crisis es aumentando el gasto?
El Gobierno ideal es uno que gaste, pero que gaste bien. Está la plata para darle al país la infraestructura que necesita y se merece. El problema no es la falta de recursos, el problema es la falta de ejecución. Eso es lo preocupante.
¿Usted encuentra la responsabilidad en el Ministerio de Transporte?
Sí. El proceso de contratación y ejecución de las obras civiles no es ágil y tiene todo tipo de tropiezos. El Instituto Nacional de Concesiones, que fue creado el mismo año que la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que funciona perfecta, ha tenido 8 directores en ocho años. Hay un problema de precaria institucionalidad.
Los problemas de la inversión en infraestructura
¿Cree usted que el Ministerio de Transporte, Inco, Invías, serían una especie de cuello de botella para la inversión en infraestructura?
Así es. Y no lo decimos sólo nosotros, lo dice cualquier persona a quien usted le pregunte, incluidos los proveedores de infraestructura.
El ministro Andrés Uriel Gallego ha dicho que en este campo, donde ha habido tanta corrupción en Colombia, no se puede andar demasiado rápido...
Yo creo que esa es una respuesta prudente, que implica andar con cuidado, pero no paralizar del todo, como ha ocurrido. No se puede correr el riesgo de malgastar, es cierto. Pero hay razones de la parálisis en inversión que no son tan benévolas y que implican cuestionar la capacidad de gestión y de ejecución...
¿Como cuáles razones?
No es clara la forma en que se estructuran los proyectos; hay discrecionalidad excesiva del Gobierno, no hay un ambiente regulatorio y esa discrecionalidad del Gobierno hace que las reglas de participación privada no sean buenas ni claras para ese sector. El Gobierno paraliza la participación del sector privado...
Entonces, ¿la propuesta es gastar?
Gastar como locos, no. Gastar en las carreteras que el país necesita. Existen recursos, existen necesidades de coyuntura y estructurales, de infraestructura.
El precio de la gasolina
Hay quienes dicen que bajar el precio de la gasolina impulsaría desarrollo por crecimiento de consumo y uso del precio sobrante, en inversión.
El tema es complicado. El Ministerio de Minas estableció hace unos años una fórmula para fijar el precio de la gasolina, que consistía en convertir el precio internacional de la gasolina más la suma de unos impuestos y unos márgenes de comercialización. Era una buena fórmula, pero el Gobierno no la aplicó. Del 2003 al año 2008 mantuvo el precio de la gasolina por debajo de su misma fórmula, lo que implicó subsidiar durante seis años el precio de la gasolina.
¿Y eso fue malo?
Malísimo; fue una política de subsidios completamente nefasta desde el punto de vista de equidad. La gasolina la consumen los más ricos, que son los que tienen carro. Hay que subsidiar el transporte, pero no la gasolina. ¿Qué pasa a partir de octubre del 2008? La situación se revierte y el Gobierno sigue, discrecionalmente, fijando el precio de la gasolina, a pesar de que su propia fórmula impone la baja. En nuestros cálculos el precio de la gasolina debería ser 5.900 pesos. Hoy está en 7.400. No es bueno dar subsidios en una época y cobrar sobreprecios en otra.
¿Usted pide que se baje el precio de la gasolina?
Digo que si hay una fórmula para subir, la misma se debe aplicar para bajar. Bajar el precio de la gasolina supone bajar impuestos, y ese es un debate que tiene que hacerse en el Congreso. Los impuestos a la gasolina en Colombia son mucho más altos que en Estados Unidos. Pero si le quitamos el IVA a la gasolina, le quitamos la sobretasa, ¿cómo obtendremos recursos para carreteras?
¿Cuál será el daño mas grave de la actual desaceleración que vive el país?
Se va a traducir en un aumento muy importante del desempleo. Le hemos propuesto al Gobierno que revise el tema de los parafiscales y empiece a estudiar seriamente una reforma sobre cómo se financia la salud en este país. Y, créame, lo único que hemos logrado es llegar a oídos sordos. ¿Son las zonas francas competencia indebida al industrial establecido?
Totalmente. Las zonas francas eran para exportación, pero hoy en día pueden vender en el mercado doméstico. Es una competencia completamente ilegítima, causada por el Gobierno. Las zonas francas son exitosas, porque tienen una tarifa baja del impuesto de renta y gran estabilidad jurídica. ¿Por qué no le ofrecen eso a todo el sector industrial? Eso lo quiso hacer el ministro Carrasquilla, pero ni el mismo Gobierno lo dejó. Mi pregunta es: si el régimen de zonas es tan bueno, ¿por qué no volvemos todo el país una gran zona franca? Una buena política pública es una política donde todo el mundo enfrente los mismos precios e iguales tributos.¿Si no se hacen las reformas que usted propone, nos estamos haciendo el haraquiri?
Nosotros nos venimos haciendo el haraquiri desde hace tiempo. Lo que pasa es que en el tiempo de las 'vacas gordas' eso no se notó y ahora que viene la época de las 'vacas flacas' quedamos al descubierto. Pero no hay que exagerar. Hace tres años aquí había gente que creía que esto era Singapur y ahora hay gente que cree que esto es Zimbawe. Ni lo uno. Ni lo otro.
YAMID AMATESPECIAL PARA EL TIEMPO

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Posgrados en Gerencia Institucional, Docencia Universitaria, Alta Gerencia. Asesor y consultor en capaciatcion empresarial