domingo, septiembre 23, 2007

GRUPO 116 - DESMENUZANDO EL CEREBRO DE LOS LIDERES

DESMENUZANDO EL CEREBRO DE LOS LIDERES
POR PHRED DVORAK - Y JACLYNE BADAL WALL STREET JOURNAL - GLENDALE, EE.UU.—


¿Qué se necesita para ser un gran líder? Pierre Balthazard empieza a descubrirlo colocando electrodos en los cráneos de ejecutivos.

¿Qué se necesita para ser un gran líder? Pierre Balthazard busca descubrirlo colocando electrodos en el cuero cabelludo de algunos ejecutivos para grabar la actividad eléctrica en sus cerebros.

El profesor de administración de la Universidad Estatal de Arizona tiene la esperanza de que, para cuando concluya 500 tomografías, los resultados de las pruebas lo ayudarán a diseñar un mapa del cerebro de un líder. Entonces, le gustaría entrenar a cerebros ordinarios para que actúen como los de líderes.

Balthazard dice que los primeros 50 estudios de personas célebres locales sugieren que los líderes visionarios usan sus cerebros de forma diferente a otras personas. En agosto, incluyó
en sus pruebas a 20 estudiantes de posgrado de su universidad y para octubre planea añadir a 50 cadetes de la escuela militar West Point.

“Estamos obteniendo el genoma —el mapa del cerebro— de un líder”, dice Balthazard. El profesor está entre un número creciente de investigadores que examina el cerebro humano en búsqueda de aptitudes para los negocios. El interés de estos investigadores es animado por herramientas de diagnóstico más poderosas y un mejor entendimiento de cómo el cerebro influye en el carácter, la personalidad y el comportamiento.

Los investigadores han aplicado la neurociencia en áreas como la economía, las finanzas y el marketing. Académicos de la Universidad de Stanford, la Universidad Carnegie Mellon y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, por ejemplo, utilizan una técnica conocida como resonancia magnética funcional para identificar las partes del cerebro que influyen en las decisiones de compra.

Científicos de la Organización Gallup dicen que la investigación del cerebro ayuda a los gerentes a entender por qué ayudan los elogios: porque elevan los niveles de dopamina, un químico asociado al placer.

Sin embargo, mientras más personas que no son especialistas intervienen en la investigación, más difícil es separar la ciencia de la especulación. “Mucho de esto quedará en la ciencia ficción”, advierte Michael Gazzaniga, un neurocientífico de la Universidad de
California y pionero de la investigación para determinar la diferencia entre el lado izquierdo y el derecho del cerebro. Gazzaniga dice que su investigación fue simplificada y mal utilizada por un público ansioso y teme que ocurra lo mismo con la aplicación de la neurociencia en la gestión empresarial.

El proyecto de Balthazard es uno de los más ambiciosos porque busca identificar patrones cerebrales y luego entrenar a los gerentes a replicarlos en sus propios cerebros.

Para esto, utiliza electroencefalogramas, o EEG, que graban señales eléctricas a través de sensores colocados en el cuero cabelludo. Los avances en el EEG facilitan la producción de un “mapa” de la actividad eléctrica del cerebro. Pero no está claro que los líderes exhiban patrones cerebrales definidos o que al cambiar esos patrones su comportamiento se alterará automáticamente. Además, tampoco se sabe si la gente con patrones cerebrales similares actúa de formas parecida.

David Waldman, un colega de Balthazard que diseñó las pruebas psicológicas que se usan en el proyecto, dice que los mapas del cerebro serán útiles para ayudar a los gerentes a desarrollar algunas habilidades, como una mayor sensibilidad hacia otras personas.

Balthazard promete seguir los protocolos científicos, como repetir los resultados con otras personas y consultar con expertos en ética. Además, tiene a Robert Thatcher, un neurocientífico y especialista en EEG, para analizar los resultados. También aclara que el entrenamiento del cerebro será una herramienta de desarrollo de liderazgo, no una poción mágica.

Thatcher dice que los análisis preliminares demuestran grandes diferencias entre los gerentes que rindieron bien en pruebas psicológicas sobre liderazgo visionario y los que no. El lado izquierdo del cerebro de los visionarios, ligado a la lógica y el razonamiento, fue más eficiente, y el lado derecho, ligado a las habilidades sociales, se mostró mejor conectado.

Tomado de PPORTAFOLIO septiembre 22-07

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Acerca de mí

Posgrados en Gerencia Institucional, Docencia Universitaria, Alta Gerencia. Asesor y consultor en capaciatcion empresarial