lunes, octubre 15, 2007

GRUPO 119 - LA VANIDAD CUESTA

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La vanidad cuesta
(revista CAMBIO 0CT 15)

Que Diego Armando Maradona haya regresado a Colombia para hacerse un tratamiento estético odontológico ratifica el reconocimiento que en el exterior tienen los tratamientos de salud en Colombia. Y por cuenta del exjugador de fútbol argentino quedó claro que uno de los protagonistas en este campo es Marlon Becerra, quien a lo largo de 20 años construyó un emporio que involucra conceptos de salud, estética y de estilo de vida. "En Argentina todos son burros, en Colombia no", le dijo el astro al odontólogo colombiano.
Marlon Becerra, un boyacence inquieto, siempre ha sido un espíritu independiente. Cuando estudiaba sexto semestre de universidad en el Colegio Odontológico Colombiano, comenzó a darle forma a su intuición por los negocios y abrió su propio consultorio en la carrera 13 con calle 60, en el barrio Chapinero de Bogotá. En octavo semestre hizo sus prácticas universitarias en el barrio 20 de Julio, una experiencia dura con la cual, por cuenta de la desatención, entendió que el buen trato al paciente, más allá de lo odontológico, generaba fidelidad y aprecio.
Desde que salió de la universidad tuvo claro que no quería ser uno más y que su deseo era utilizar su profesión para proponer una oferta de servicios interesante que atrajera a la gente por su concepto. De tal manera, en 1984 arrendó un local de seis metros en la carrera 15 con calle 92, que compartió con un médico oncólogo, el cual le enviaba pacientes debido a que esos enfermos de cáncer tenían problemas dentales. "Ese comienzo fue duro. Incluso recuerdo que me tocaba tener el espaldar de la silla con la rodilla", comenta Becerra.
Para darle forma a la idea que tenía en la cabeza era indispensable incorporarse a los círculos sociales de la ciudad. La puerta se le abrió cuando conoció a Miguel Sáenz, padre de tres reinas de belleza, quien fue su paciente estrella hasta cuando llegaron sus hijas, lo cual le dio notoriedad. En su acercamiento con la sociedad bogotana también le ayudó Fernando Bernal, dueño del conocido restaurante El Patio, gracias a que son paisanos de Sogamoso.
Paralelamente a la odontología estudió teatro y, por su cercanía con este mundo, logró hacerle la sonrisa al actor Jorge Emilio Salazar, cuando caracterizó a Juan Charrasqueado en la novela Pero sigo siendo el rey, en 1985.

En una ocasión viajó a Nueva York para estar cerca de las tablas en la Gran Manzana y para asistir a seminarios de odontología. Allí conoció a Jeff Golub Evans, un odontólogo que, por entonces, comenzaba con el tema de la odontología estética. La idea hizo click en la cabeza de Becerra y así, obsesionado con la nueva técnica, trabajó cinco meses con él antes de regresar al país.
Confirmó que el tema estético era lo que quería la gente. En la puerta de su consultorio colgó un cartel que decía: "Sonrisa sin complejos". Su clientela comenzó a crecer con gente de la farándula, los negocios y la vida pública. Se lanzó a montar una clínica odontológica con varios frentes, a la que incorporó profesionales de varias especialidades, cirujanos plásticos y dermatólogos, "porque al negocio había que darle una orientación estética, con conceptos de moda y estilo de vida -dice Becerra- Verse bien y sentirse bien". En los años 90 se apropió de toda la manzana de la calle 92 donde hoy tiene 28 consultorios. En el año 2000 abrió una sede en Cali; en el 2001 en Barranquilla; en el 2002 en Medellín y luego vinieron Villavicencio y Pereira. Bajo sus órdenes hoy trabajan 360 profesionales de la salud y más de 600 personas de apoyo.
La preocupación de Becerra era llevar a su clínica a los mejores odontólogos y profesionales de la estética del país, pero hubo algunos que no aceptaron su propuesta, por considerar que ya tenían un prestigio ganado, lo cual lo impulsó más para construir su emporio. El planteamiento que utilizó para convencer a sus colegas fue: "Si trabajamos separados nos vamos a morir como los viejos odontólogos que fueron nuestros profesores en la universidad: solos con un consultorio. Si trabajamos unidos, podemos alcanzar todas nuestras metas".
Gracias a ese empeño a comienzos de la década había adquirido notoriedad, pero a su vida le hacía falta darle forma a su pasión por el teatro y la televisión. Así dirigió varios capítulos de Corín Tellado en televisión y fue director y presentador del noticiero de los niños en Señal Colombia. Pero su idea era montar un programa de entrevistas, por lo cual con Punch Televisión lanzó el programa Soles y vientos, donde ha conversado con más de 600 personajes que van desde Diego Armando Maradona, hasta el presidente Álvaro Uribe, pasando por políticos, periodistas y gente de la farándula
Marlo Becerra dice no trabajar por la plata sino por el gusto que le produce cambiar conceptos. "Conceptualizar y planificar es lo más difícil en mi oficio", es su nuevo eslogan. "Pero me gusta porque es un desafío permanente. Cada paciente y el ejercicio de la profesión tienen un concepto, hay que conocer la gente y sus necesidades, ayudarla a que se sienta bien con si misma", concluye.

El éxito, el mundo fashion y su permanente preocupación por conceptualizar llevaron a Marlon Becerra a montar otro negocio. Hace poco Integró los servicios estéticos y odontológicos en un moderno local en Ciudad Salitre donde también hay un bar y masajes, para crear una atmósfera relajada y que los clientes se sientan bien. Se llama Brillantina, como la película de los años 80, que según él lo ha perseguido desde niño. Y ahora quiere cruzar la frontera. Entre sus proyectos a mediano plazo está abrir varios centros fuera del país, en Ecuador, Italia, España y Argentina, en ese orden, para seguir dándole forma a su concepto de estética y bienestar.
Destino de salud
De acuerdo con cifras de Proexport, cerca del 3% de los visitantes extranjeros que llegan el país, unas 30.000 personas al año, lo hacen por razones médicas. Instituciones como la Clínica Barraquer, la Reina Sofía y en servicios estéticos y odontológicos la Unidad Estética Dental ofrecen programas para los extranjeros. Algunas, como la Barraquer registran cerca de 300 pacientes del exterior cada mes. Aunque en el país falta coordinación entre los distintos agentes del negocio de la salud siguen llegando los pacientes.

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Acerca de mí

Posgrados en Gerencia Institucional, Docencia Universitaria, Alta Gerencia. Asesor y consultor en capaciatcion empresarial