martes, agosto 07, 2007

GRUPO 120 - PERFILES GERENCIALES

Hacer un paralelo entre los tres gerentes y analizar su estilo de direccion y toma de decisiones para entregar en agosto 11



‘La pasión es la clave para lograr el éxito’:

Alberto Espinosa, presidente de Meals de Colombia
Mauricio Rodríguez / maurod@portafolio.com.co

El presidente de Meals de Colombia, Alberto Espinosa, está comprometido con el liderazgo empresarial y con la educación como base del progreso.

Alberto Espinosa lidera Meals de Colombia desde 1993. La empresa, una de las más importantes de Colombia en la categoría de productos de consumo masivo, venderá este año más de 200.000 millones de pesos, generando 1.500 empleos directos y 7.000 indirectos. PORTAFOLIO habló con él para conocer sus secretos gerenciales.

¿Cuál es su principal herramienta para administrar?

La denomino “proceso gerencial” y consta de cuatro etapas: Planeación estratégica, con muy alta participación de los empleados, en la que se definen la orientación estratégica y las metas anuales y trimestrales detalladas por persona. Delegación, doy autonomía y me dedico a ayudar en lo que se requiera. Evaluación, cada tres meses reviso con cada gerente sus logros, incumplimientos, problemas y necesidades. Y, el Plan anual de desarrollo personal, un ejercicio en donde cada jefe define con sus subordinados cuáles son las aptitudes, actitudes, habilidades, destrezas y hábitos necesarios para hacer bien su trabajo. Además, se decide qué actividades delega y cuáles nuevas asume.

¿Cuál es su prioridad gerencial?

La formación integral -como seres humanos y como profesionales- de todos los empleados de Meals. Tenemos programas para ayudarles a ser mejores personas, mejores miembros de familia, mejores ciudadanos, a cuidar bien su salud y a robustecer su cultura. Nos interesa en especial que todo el mundo tenga clara cuál es su misión y su filosofía de vida. Y que todo ello esté alineado con nuestra cultura corporativa.

¿En cuál área funcional enfoca su atención?

Mercadeo es crucial. Me gusta cuestionar las investigaciones de mercados, hacer benchmarking (comparar indicadores de gestión), conocer las mejores prácticas comerciales de las firmas más exitosas de Colombia y de otros países, visitar clientes, buscar oportunidades, hacer alianzas. Pero no me meto en los detalles, ni en la operación del día a día.

¿Cuál es la mejor manera de promover la innovación?

Hay que crear un ambiente en donde la gente goce su trabajo, en el que, a pesar de las grandes exigencias, todo el mundo se sienta feliz. En esencia, nuestra empresa vende alegría, entonces para poder hacer buenas innovaciones necesitamos tener gente muy contenta.
¿Qué consejo le da a un joven profesional que está comenzando su carrera?
Que haga lo que se compromete a hacer, y que lo haga lo mejor posible.

¿Cuál cree usted que es la clave del éxito profesional?

Sentir pasión, una gran pasión, por el trabajo.
¿Qué se debe hacer en la temida “crisis de la mitad de la vida”, cuando mucha gente quiere
hacer grandes cambios en su vida personal y profesional?

Yo creo que si uno vive a plenitud las oportunidades que le da cada etapa de la vida, esa crisis se puede evitar. Por ejemplo, yo ahora disfruto mucho mi condición de abuelo, no intento vivir como si tuviera 30 años. En cada fase de la vida hay grandes y bellas potencialidades, el secreto consiste en explotarlas bien en su momento.
¿Qué opina usted de la responsabilidad social de los empresarios?

No me gusta la idea que tienen algunos de que los empresarios deben donar plata para no sentirse tan mal por ganar mucho dinero. Un buen empresario es socialmente responsable si maneja bien su compañía, porque así produce riqueza y bienestar para todos sus asociados, empleados, proveedores, clientes, accionistas y la comunidad en la que opera.

¿Pero no cree que se debe hacer algo por Colombia, adicional a ser un buen empresario?

Por supuesto que sí. Los empresarios deben jugar un papel fundamental mediante su trabajo comunitario. Personalmente creo que ayudar a mejorar la calidad de la educación del país es la mejor forma de aportar.

DATOS PERSONALES
RASTROS. Alberto Espinosa nació en Bogotá. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de los Andes. Ha sido Gerente General de Frigorífico Guadalupe y de Alpina. Además, le dedica mucho tiempo personal a asesorar, como su aporte a la comunidad, a la Secretaria de Educación de Bogotá, al Ministerio de Educación Nacional y la Fundación Empresarios por la Educación. Su preocupación es que hoy en día se les ofrecen muchos conocimientos a los estudiantes pero poco se les contribuye en materia de valores, principios y actitudes positivas.
En el ámbito empresarial nacional, admira a Manuel Carvajal, a Rafael Espinosa y a Pedro Gómez Barrero. En la esfera política, a Alberto y Carlos Lleras, a Miguel y Alfonso López Pumarejo. A nivel internacional, a John F. Kennedy, a Martin Luther King, a Albert Einstein y a Bill Clinton. En lo espiritual, disfruta mucho las enseñanzas de Confucio y Buda.
‘Confiar en uno y en los demás borra los obstáculos’:
Natalia De Greiff, gerente de IBM en Colombia
Mauricio Rodríguez Múnera / maurod@portafolio.com

Al poco tiempo de haber iniciado la conversación con Natalia De Greiff se capta fácilmente porqué le dieron una responsabilidad tan importante -la gerencia general de IBM en Colombia a ésta joven profesional. Natalia tiene una impresionante energía, mucha pasión por su oficio y sueños ambiciosos. Todo esto acompañado de una trayectoria comercial muy exitosa.

¿Cómo define su estilo gerencial?

Practico el liderazgo participativo. Es decir, me gusta construir equipos de alto desempeño, con metas claras y que apliquen a diario el mejoramiento continuo.

¿Cuáles son los ingredientes de un equipo de alto desempeño?

Tres elementos claves: un alto compromiso de todos sus miembros, grandes retos comunes que impliquen constantes desafíos individuales para todos los integrantes del equipo, y una particular habilidad para trabajar de manera sincronizada.

¿Qué debe hacer un buen líder para que su staff dé lo mejor de sus capacidades?

Tiene que ser un excelente coach (entrenador). Esto quiere decir que en vez de solucionarles los problemas, debe enseñarles a que los solucionen ellos mismos. Esto se hace a través de buenas preguntas –que los orientan y los estimulan– y dándoles herramientas (conceptos, recursos, ideas) con las que pueden armar respuestas efectivas.
Además un buen coach escucha con atención a su gente, porque sabe bien que el sólo hecho de que expresen sus problemas en detalle les ayuda mucho a encontrar las mejores soluciones. También es crucial que un buen jefe le dé retroalimentación permanente a sus subordinados sobre su desempeño, de manera respetuosa y constructiva, pero directa y concreta.

¿Cuál de las actividades gerenciales le gusta más?

Me fascina lo comercial, me encantan las ventas. Pienso que todos podemos y debemos ser buenos vendedores. Para mí el contacto con mis empleados y mis clientes es lo prioritario. Y lo pongo en ese orden porque estoy convencida de que empleados satisfechos logran clientes satisfechos.

¿Qué atributos busca en sus colaboradores inmendiatos?

Muy sencillo: que sean mejores que yo. Porque sólo así podrá progresar en el futuro la empresa. En particular busco personas inteligentes -que sean perceptivas y con mucha capacidad para comprender asuntos complejos y personas que tengan entusiasmo contagioso.

¿Ser mujer ha sido una ventaja o una desventaja en su carrera?

Ni lo uno ni lo otro. La verdad es que yo no creo en las diferencias de género, pienso que simplemente hay profesionales buenos y otros que no lo son.

Con base en su experiencia, ¿qué es lo más importante para hacer buenos negocios?

Lo crucial es siempre tener presente que en realidad los negocios los hacen las personas, no las empresas. Es el contacto humano el que hace posible la buena química que producen relaciones ganadoras para todos.

¿Cómo organiza su agenda, cómo maneja su tiempo?

Trabajo 12 horas diarias. En cada jornada, además del manejo de los asuntos cotidianos con los gerentes que me reportan, visito al menos un cliente y entro en contacto con tres o cuatro personas de diversos niveles y funciones de la organización.
Los lunes los dedico a analizar con mi staff los informes sobre cómo vamos, y con cada uno de los miembros de mi equipo ejecutivo hago una revisión mensual del cumplimiento de las metas.

¿En qué tema le gustaría aprender y desarrollarse más?

En cuestiones de creatividad. Porque tengo para IBM metas muy ambiciosas -de alto crecimiento en un período corto y por lo tanto quiero descubrir nuevos caminos que nos permitan hacerlo de forma ingeniosa.

Para conseguir buenos resultados, ¿cuál atributo es esencial?

La capacidad de transmitir lo que uno pretende, que la gente capte perfectamente lo que uno siente.
¿Cuál es el pilar fundamental de una organización sana?

En las empresas, como en las familias y en toda Colombia, el cimiento sobre el cual debe basarse todo es el de los valores. Y dentro del conjunto de valores destaco la confianza. Confianza en sí mismo y confianza en los demás. Sólo cuando existe una verdadera confianza - sólida y profunda es posible avanzar.

Y usted, ¿cómo inspira confianza?

Con mi ejemplo personal y profesional. Cuando la gente ve que uno aplica lo que predica, confía en uno. Y esto es vital porque con confianza las barreras propias y externas desaparecen.

¿A cuáles líderes admira más?

En el mundo empresarial a Sam Palmisano, el presidente global de IBM, porque logró transformar la compañía. En el plano espiritual, al sumo pontífice Juan Pablo II, por su calidez excepcional, por poderle llegar al corazón a tanta gente.
En Colombia, en el ámbito de los negocios, siento admiración por el espíritu emprendedor de la familia Echavarría y por el presidente de BanColombia, Jorge Londoño. En el plano político, me impresiona el gran compromiso con Colombia del presidente Álvaro Uribe.

HOJA DE VIDA
RASTRO. Natalia De Greiff nació en Medellín hace 38 años. Estudió Ingeniería de la Producción en EAFIT y luego hizo dos especializaciones: en Mercadeo en esa misma universidad, y en Administración de Tecnología en el ITEC de Monterrey, México. Comenzó a trabajar cuando era estudiante como vendedora junior de Xerox en Medellín, empresa en la que ocupó diversos cargos hasta llegar a la gerencia del sector Gobierno en Bogotá. Posteriormente se vinculó a Informix, una firma dedicada al manejo de bases de datos, que fue adquirida por IBM. Luego de la fusión, ocupó la gerencia de Information Management para IBM en la región andina, con sede en Bogotá. Después fue gerente de Software y designada Ejecutiva de Information Management para IBM en Latinoamérica.
‘Hay que administrar con herejías’:
Gabriel Silva, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros
Mauricio Rodríguez Múnera / maurod@portafolio.com.co

El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Gabriel Silva, habla de su estilo de administración. No le tiembla el pulso para hacer cambios.
A los pocos minutos de iniciada esta entrevista, se nota que Gabriel Silva tiene un estilo académico para enfrentar sus enormes retos gerenciales. Pero no se queda en la teoría, a la hora de convertir sus ideas en hechos su gestión destila espíritu empresarial. Su tono es pausado y afable seguramente marcado por su experiencia diplomática-, pero se nota en sus decisiones que no le tiembla el pulso para implantar grandes cambios.

¿Cuál es la principal característica de su forma de administrar?

Me gusta meterme en las entrañas del ‘monstruo’ (los desafíos). Le dedico mucho tiempo a analizar los problemas. Les hago siempre una cuidadosa disección antes de entrar a resolverlos.

¿Ese enfoque no resulta demasiado teórico en el mundo de los negocios?

No hay nada más práctico que una buena teoría. Es crucial tener una sólida estructura conceptual, le tengo pavor al sentido común. Los retos hay que definirlos con mucha precisión, al hacerlo bien las respuestas efectivas surgen con mayor facilidad.

Entonces, ¿le da mucha importancia a los expertos?

Siento un gran respeto por los expertos, pero valoro mucho el trabajo en equipo. En la Federación no tenemos gurús -ni internos ni externos poseedores de la verdad revelada. Incluso, con frecuencia las ideas creativas vienen de personas que poco o ningún conocimiento tienen del asunto que se está discutiendo.

¿Cree en el poder de la visión?

En las empresas, como en los gobiernos, se necesita tener un programa sólido, que contenga una buena visión. En nuestro caso es el ‘Libro Verde’ de la caficultura (documento final de la comisión de expertos -en la que participó Silva que definió hace cuatro años el futuro de esa industria).

¿Cómo organiza su trabajo?

He definido tres carriles: el del plan estratégico (que va hasta el año 2010), el del día a día (manejo de los asuntos operativos cotidianos) y el de la viabilidad (hacer sostenible lo bueno que hayamos logrado, y corregir lo que no ha funcionado). Paso de un carril a otro según las necesidades, y en cada uno de ellos -que son muy distintos trabajo con diferentes personas. Lo que es común es que en todos me ‘arremango’ y participo a fondo.

¿Qué cualidades busca al escoger a los miembros de sus equipos directivos y ejecutivos del más alto nivel?

Serenidad ante las crisis, disciplina estratégica (no se debe cambiar de estrategia cada seis meses, si su definición fue bien pensada), y flexiblidad en las tácticas y en el uso de las herramientas gerenciales. Agrego una muy importante: la capacidad para concluir bien lo que se inició.

¿Tiene algún instrumento de gestión que sea su favorito?

Creo mucho en el poder de las consignas. Son mensajes sencillos, claros, concretos, pero con mucho contenido, que le sirven de inspiración a todos los empleados. Además son muy útiles como criterios para la toma de decisiones. Tenemos grandes consignas permanentes para toda la organización, y consignas más pequeñas y temporales para atacar problemas concretos de corto plazo en determinadas áreas.

¿Qué opina de los presupuestos?

Esta lección la aprendí de mis vivencias en el sector público: se gobierna con los presupuestos. En la Federación ningún rubro es intocable ni se modifica de manera automática, todo se cuestiona siempre. Le hacemos un seguimiento muy cercano -con tableros de control donde monitoreamos la evolución de todas las variables cuantitativas, pero también le prestamos atención a factores cualitativos que no aparecen en los presupuestos.

¿Cuáles cree que son los principales riesgos que afronta personalmente un líder empresarial?

La posibilidad de cometer tres errores mortales: sentirse infalible, no escuchar con atención a los que están en desacuerdo, y bajar la guardia (asumir una posición confortable, descuidar los detalles, olvidar en las épocas de vacas gordas la saludable actitud crítica que se tiene cuando se enfrentan los momentos de vacas flacas).

¿Cómo se pueden evitar las crisis? ¿Y cómo enfrentarlas si fueron inevitables?

Siempre, en todas las circunstancias buenas y malas hay que administrar con base en herejías. Hay que desafiar constantemente lo convencional. Hay que vivir en estado de revolución permanente. Si se presenta una crisis, para poder superarla el líder debe producir esperanzas y herejías.

¿Qué equivocaciones se están cometiendo en la educación universitaria?

Están ocurriendo dos grandes tragedias: no se enseña historia y se ha perdido el valor de la teoría en las ciencias sociales.

¿Cuál es la principal falla de la administración pública?

Que tiene incentivos perversos. Es decir, castiga al funcionario que actúa, al que corre riesgos, al que hace cosas. El que nada hace, progresa. Esto garantiza una mediocridad creciente en la gestión estatal. Los servidores públicos que toman decisiones trascendentales son verdaderos héroes.

¿Cuál es su definición personal de liderazgo?

Es la capacidad de obtener lo mejor de los demás, para ponerlo al servicio de un valioso propósito común. Es la habilidad de darle confianza y ánimo a la gente para que pueda hacer bien su tarea. Y un líder nunca jamás evade un problema.

¿A qué líderes admira?

Al ex presidente Virgilio Barco, por su visión; a Steve Jobs, por su capacidad para reinventarse continuamente, y a Francisco de Paula Santander, por hacer sostenible la independencia de Colombia al construir las instituciones del Estado.
Debemos sentirnos orgullosos de que nuestro país hoy en día esté produciendo tantos y tan buenos líderes.

HOJA DE VIDA
RASTRO. Gabriel Silva estudió Ciencia Política en la Universidad de los Andes, donde también adelantó estudios de especialización en economía. Obtuvo un posgrado en Relaciones Internacionales en John Hopkins University. Inició su carrera en la revista ‘Estrategia’. En 1986, el presidente Virgilio Barco lo nombró Asesor para la paz, después se convirtió en su Asesor político (para asuntos de comunicaciones y de política doméstica e internacional). En el gobierno de César Gaviria ocupó la Consejería presidencial para asuntos internacionales y luego fue designado Embajador de Colombia en Estados Unidos. Posteriormente asesoró a Gaviria en la OEA. Silva ha sido empresario creador de un fondo de inversión y de la empresa Global Education (que vende seguros educativos), columnista de EL TIEMPO y fue miembro de la Comisión para el ajuste institucional del sector cafetero. Desde 2002 está al frente de la Federación Nacional de Cafeteros.

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Acerca de mí

Posgrados en Gerencia Institucional, Docencia Universitaria, Alta Gerencia. Asesor y consultor en capaciatcion empresarial